“Al principio había oscuridad. Y de repente nuestros ancestros lo iluminaron todo con la energía imparable del fuego. Esa energía que utilizaron para iluminar sus cuevas y calentar sus cuerpos fue la misma que les permitió empezar a cocinar sus alimentos. De esta manera consiguieron obtener muchos más nutrientes de manera más accesible, ampliar el número de productos de su entorno disponibles para comer e incluso, lograron reducir los tiempos de digestión. Esto provocó que tuviesen más tiempo para desarrollar las habilidades físicas y cognitivas que conformaron el cerebro que tenemos hoy en día. Por lo tanto, se podría decir que cocinar nos hizo humanos”
Música, fuego proyectado en las paredes y una pequeña historia que inundó con un sutil humo la sala principal del Edificio del Reloj de la Marina de València. Así comenzaron los últimos compases de la primera jornada de ftalks24. El reto, mostrar el pasado, presente y futuro de la alimentación. La motivación, convertir esta experiencia en un verdadero viaje por la historia de la gastronomía, conociendo el origen, valorando el presente y planteando lo que aguarda en el futuro.
Miradas de sorpresa, comentarios, murmullos y corrillos que se convirtieron en un río de personas cuando los 150 asistentes a este exclusivo evento comenzaron a moverse entre las diferentes islas que componían esta particular (¡y emocionante!) travesía. Sin duda, esta Experencial Dinner supuso una velada en la que cada plato representó un portal en el tiempo. Una experiencia que no solo buscaba deleitar los sentidos, sino también abrir un espacio para la reflexión y el diálogo.
En ella, pudimos explorar las raíces de nuestras tradiciones culinarias, redescubrir técnicas y sabores que han perdurado a lo largo de los siglos y vislumbrar el potencial de la gastronomía del mañana. Durante dos horas, la familiaridad de una comida compartida se entrelazó con la innovación tecnológica, lo que consiguió crear un ambiente donde lo antiguo y lo contemporáneo se encuentran. Cada bocado significó una invitación a reflexionar acerca de cómo nuestras prácticas alimentarias han definido nuestra identidad y cómo pueden evolucionar hacia un futuro más resiliente y regenerativo. Este viaje culinario no solo celebra el arte de la cocina, sino también nuestra capacidad de adaptación y transformación. Disfrutar de esta travesía que honró nuestro legado gastronómico nos permitió soñar con un futuro lleno de posibilidades.
Una iniciativa que consiguió generar un diálogo en torno a las prácticas alimentarias que han moldeado nuestra identidad y sociedad hasta el día de hoy y que sirvió como punto de partida para reflexionar sobre las prácticas que debemos aspirar a tener el futuro con el objetivo de desarrollar un sistema alimentario que sea tan resiliente como regenerativo. Y todo ello aderezado con un concepto “phygital”, en el que lo digital y lo físico se fusionaron, trascendiendo lo convencional y generando una deliciosa fusión entre tradición y futuro. La atmósfera de la velada se vio enriquecida por las proyecciones visuales y la música cuidadosamente seleccionada que ambientó el evento. Este despliegue de imágenes y sonidos no solo acompañó a los asistentes en su recorrido por las diferentes estaciones gastronómicas, sino que también los sumergió en una experiencia multisensorial única.
Disfrutamos así de un menú donde predominaba lo vegano y en el que pudimos conocer a fondo las fantásticas propuestas de una gran variedad de startups del sector, que participaron en ftalks24. Pudimos disfrutar de una tuber chips con sal de setas, un bocado que conectaba la tierra con los sabores intensos de los hongos. También del veikon cítrico y cebolla (LET IT V), un plato innovador que jugaba con la frescura y la acidez, acompañado del crujiente de grillos ahumados con furikake y algas con sal de Himalaya, una propuesta que desafiaba nuestras percepciones tradicionales de la cocina.
La ensalada de zorza gallega vegana (VANETTA) con queso de anacardo ahumado (QUEVANA) nos recordaba las raíces de la gastronomía regional, mientras que la vichysoisse de coliflor (OHGREENS!) con polvo de atún en salazón aportaba una reinterpretación moderna de la clásica sopa. La gamba a la sal, un homenaje a la pureza del mar, contrastaba con el bombón de foie vegano (COCUUS) con crujiente de arroz, un ejemplo de cómo la tecnología puede reinventar lo conocido. Para refrescar el paladar, un gin maracuyá (RELASH) y el Schisandra Amla Beauty Elixir (BEGOÑA LLUCH), bebidas que combinaban lo exótico con lo saludable.
La tortilla de trufa invertida (AWEVO) sorprendía con su presentación y sabor intenso, tanto como la kafta de zerdo macerada sobre brotes tiernos (LET IT V), un guiño a la cocina del Medio Oriente. La chapata cristal de seitán (VANETTA) con berenjena asada, salsa Pekín y cebolla crispy, junto con el curry thai de pulled chicken vegano (NOVAMEAT) con arroz aromático, mostraban la riqueza y diversidad de las influencias culinarias contemporáneas. No podían faltar las croquetas, en este caso de hummus y berenjena (SANYGRAN) con emulsión de levadura de cerveza, y el mollete de shredded beef vegano (NOVAMEAT) con coleslaw. Ambos platos mezclaban tradición y modernidad a raudales. El mini kebab de soja (SANYGRAN) con salsa de yogurt, por su parte, cerraba esta sección, ofreciendo una experiencia de sabor y textura única.
Y cómo no, los exquisitos postres: supremas de naranja con virutas de chocolate (MOXE) y aceite de oliva, carrot cake, y mousse de crema de queso (QUEVANA) con caviar de miel y naranjo. Cada uno de ellos, una delicia que cerraba el círculo de esta travesía gastronómica. El vino de cacao (LOV FERMENTS) armonizado con melocotón asado con especias supuso un compañero perfecto, fusionando lo dulce y lo aromático en un solo sorbo.
Una deliciosa experiencia, diseñada a medida por Carlos Prada, en colaboración con el equipo de Gourmet Catering y Eventos y en el que contamos con la colaboración de las startups mencionadas anteriormente, como Let it V, Vanetta, Quevana, OhGreens!, Cocuus, Relash Drinks, Awevo, Novameat, Sanygran, Moxe y Lov Ferments, además de la inestimable ayuda de Begoístas. En definitiva, una experiencia única, que convenció a los asistentes y resulta una prueba clara de la evolución constante de la gastronomía y el food design en la historia de ftalks. ¡Hasta el año que viene!